Control de plagas en clínicas y centros de salud
Las plagas en centros de salud representan un problema de salubridad y seguridad para los pacientes. No es permisible la convivencia con ninguna especie, algunas de ellas como las ratas o la legionela, pueden ocasionar la muerte en pacientes de riesgo o de edad avanzada.
En Hisan te hablamos sobre los tipos de plagas a este tipo de instalaciones sanitarias y los tratamientos de control de plagas en clínicas que solucionan el problema y las zonas donde pueden aparecer.
Índice
Tipos de plagas que afectan a clínicas y centros sanitarios
Ante cualquier indicio, en Hisan te aconsejamos que acudas siempre a profesionales para que realicen un plan anual de prevención y obtengas el certificado DDD de control de plagas.
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Ratas
Los roedores no pueden convivir con las personas en ningún ambiente y menos en clínicas o centros hospitalarios. Contaminan todas las superficies que tocan con su saliva, heces y orina, provocando enfermedades con el hantavirus, salmonelosis, fiebre y leptospirosis
A parte son las causantes de daños costosos de materiales médicos e instrumentos en hospitales, ropa de cama o alimentos, por sus mordeduras. Incluso podrían provocar incendios si mordieran los cables de aparatología que va a la red eléctrica.
Es habitual encontrarlas en las zonas donde hay fuentes de alimentos cerca como cocinas, almacenes, sótanos, zonas donde se tira la basura o en techos. Su objetivo es establecerse como colonia y anidar.
Cucarachas
Las cucarachas son transmisores de más de 30 patógenos que portan en su cuerpo y patas, debido a su hábitat de suciedad y de alimentarse del resto de animales muertos y basura.
En centros de salud las cucarachas son temidas, sobre todo en el área de pediatría por provocar asma a sus pacientes, alergias y la salmonella.
Son las responsables de la contaminación de material quirúrgico, que quedarían inservible tan solo con tocar las superficies.
Y suelen habitar cocinas, almacenes, habitaciones atraídas por resto de comida o fluidos corporales, quirófanos por ser una zona húmeda y dentro de los laboratorios, donde puede existir materia orgánica.
Chinches de cama
Las chinches de cama son parásitos que se alimentan de sangre humana durante la noche. Aunque no transmiten enfermedades directamente, sus picaduras pueden provocar reacciones alérgicas, infecciones secundarias por rascado y problemas psicológicos como ansiedad o insomnio.
En hospitales y centros de salud, su presencia es preocupante especialmente en unidades de larga estancia o geriátricas, donde pueden extenderse fácilmente entre camas, ropa y mobiliario.
Estos insectos se esconden en colchones, cabeceros, zócalos y rendijas, siendo difíciles de detectar a simple vista. Su erradicación es clave para evitar la infestación cruzada entre pacientes y garantizar un entorno sanitario seguro.
Hormigas
Las hormigas, aunque a menudo subestimadas, pueden convertirse en una plaga riesgosa en entornos clínicos. Recorren largas distancias en busca de alimento, contaminando utensilios, medicamentos y superficies estériles con bacterias que transportan desde el exterior.
Son especialmente peligrosas en zonas de preparación de alimentos, quirófanos y unidades de cuidados intensivos, donde el mínimo contacto puede comprometer la asepsia.
Suelen anidar en grietas de paredes, suelos o sistemas eléctricos, y son atraídas por restos de comida, azúcares y hasta ciertos compuestos farmacéuticos. Controlarlas es vital para mantener la bioseguridad del centro de salud.
Legionella
La legionella es una bacteria que prolifera en ambientes donde existe agua, como circuitos de agua caliente, torres de refrigeración o sistemas de climatización mal mantenidos.
En centros sanitarios supone un riesgo alto, sobre todo para pacientes inmunodeprimidos, ya que puede provocar neumonía grave. La transmisión ocurre por inhalación de aerosoles contaminados, no por contacto directo.
Puede aparecer en duchas, grifos, humidificadores o equipos de terapia respiratoria pueden ser foco de infección si no se aplican medidas de control y limpieza periódica. Prevenir la legionella es una prioridad para evitar brotes nosocomiales.
Moscas
Las moscas son insectos voladores que actúan como vectores mecánicos de más de 100 patógenos, entre ellos bacterias, virus y huevos de parásitos.
En clínicas, hospitales y residencias pueden contaminar alimentos, materiales quirúrgicos y superficies de trabajo con tan solo posarse en ellos tras haber estado en excrementos o basura.
Se sienten atraídas por residuos orgánicos, heridas abiertas, secreciones o restos alimenticios, y son especialmente problemáticas en áreas de cocina, quirófanos y habitaciones de aislamiento. Su presencia compromete gravemente la higiene ambiental.
Mosquitos tigre
Los mosquitos tigre, además de ser molestos, son transmisores conocidos de enfermedades como el virus del Nilo Occidental o el dengue en algunas regiones. En centros de salud, su picadura puede provocar reacciones alérgicas, infecciones cutáneas y servir de vector para patógenos si no se controla su proliferación.
Se reproducen en aguas estancadas, como desagües, maceteros o sistemas de climatización con condensación. Las unidades pediátricas, geriátricas y de aislamiento son especialmente vulnerables.
La presencia de mosquitos en zonas sanitarias es señal de falta de control ambiental y puede comprometer la seguridad del paciente.
Tratamientos de fumigación en centros de salud y clínicas
La única forma de prevenir y controlar los vectores que afectan a clínicas y centros de salud, que son instalaciones de riesgo, es siguiendo un protocolo anual de desinsectación, desinfección y desratización, donde se contemple inspeciones previa para conocer los puntos críticos de las instalaciones, instalar barreras físicas de forma preventiva para que insectos voladores no accedan a las habitaciones o quirófanos, colocar trampas con cebo para roedores e insectos y proceder a la aplicación de biocidas ecológicos para evitar la contaminación de alimentos o la incompatibilidad de la habitabilidad de las personas.
Para levitar la legionella, analizar las tomas de agua de fuente potable, depósitos y sistemas de refiregeración, para detectar positivos y realizar desinfecciones según marca la ley vigente.
En casos más graves o de infestación alta de insectos, no quedará más remedio que fumigar con biocidas potentes para reducir su presencia. Finalmente, monitorizar en el tiempo con visitas, inspecciones y tratamientos alternativos en clínicas.
En Hisan te recomendamos que contactes con nosotros y realizaremos una valoración de tu clínica o centro de salud, donde realizaremos una inspección y te recomendaremos las medidas preventivas y tratamientos para evitar estas plagas ¡Te esperamos!
Técnico especialista de laboratorio, con 20 años de experiencia tanto en control de plagas como en asesoramiento en industria alimentaria, implantando sistema APPCC en todo tipo de industria y norma IFS Food e IFS Logistic, con amplios conocimientos en los requisitos de estas normas, las más exigentes del mercado en industria alimentaria.
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